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El sindicato SAG-AFTRA ha declarado una huelga de actores y dobladores de videojuegos, comenzando el 26 de julio, tras 18 meses de negociaciones fallidas con los estudios de videojuegos en el marco del Acuerdo sobre Medios Interactivos (IMA). La principal exigencia es la protección contra el uso de IA para los actores.
La presidenta de SAG-AFTRA, Fran Drescher, destacó: "No permitiremos contratos que abusen de la inteligencia artificial en detrimento de nuestros afiliados. Estamos listos para negociar cuando las empresas ofrezcan un acuerdo justo". Drescher ya había ganado notoriedad en 2023 al negociar exitosamente con la industria del cine tras una larga huelga.
El Director Ejecutivo Nacional de SAG-AFTRA, Duncan Crabtree-Ireland, señaló: "Es sorprendente que los estudios de videojuegos no hayan aprendido de lo ocurrido el año pasado. Nuestros miembros demandan un trato justo respecto a la IA, y el público nos apoya".
Por su parte, las compañías editoras de videojuegos, incluyendo Disney, Warner Bros. Games, Electronic Arts y Activision, expresaron su decepción ante la huelga: "Estamos cerca de un acuerdo y hemos encontrado puntos en común en 24 de las 25 propuestas, incluidos aumentos salariales históricos y protecciones adicionales de IA". Sin embargo, esto no ha sido suficiente para evitar la huelga, la segunda organizada por el gremio en ocho años.
Aunque la Comic-Con no se verá afectada, debido a una excepción permitida por SAG-AFTRA, el impacto de la huelga en el desarrollo de futuros videojuegos está por verse. Las disputas principales giran en torno a las protecciones limitadas para intérpretes de captura de movimientos cuando sus personajes no se asemejan a ellos. La huelga de actores de 2023 resultó en 118 días de parón y pérdidas de 3.000 millones para la industria, afectando series como 'Stranger Things', 'The Last of Us', 'Daredevil: Born Again' y 'Mission: Impossible'. Se espera un impacto similar si la huelga actual se prolonga.
Impacto en la Industria del VideojuegoLa huelga de SAG-AFTRA representa una significativa interrupción en la industria del videojuego. Los actores y dobladores son una pieza clave en la creación de experiencias inmersivas, y su ausencia puede retrasar significativamente la producción y el lanzamiento de nuevos títulos.
Las protecciones solicitadas por el sindicato están centradas en garantizar que la IA no reemplace el trabajo humano sin un consentimiento adecuado y una compensación justa. Los estudios de videojuegos, aunque han ofrecido concesiones, no han logrado satisfacer completamente las demandas de SAG-AFTRA.
Reacciones de la IndustriaVarias compañías han expresado su frustración por la huelga, subrayando que la mayoría de las demandas han sido atendidas y que las protecciones ofrecidas para la IA son de las más fuertes en la industria del entretenimiento. Sin embargo, el punto de discordia permanece en la interpretación de cómo estas protecciones se aplicarán específicamente a los intérpretes de captura de movimientos.
Las editoras de videojuegos afirman que la huelga llega en un momento crítico, justo cuando se estaban logrando avances significativos en las negociaciones. La situación crea un ambiente de incertidumbre para futuros proyectos y podría llevar a retrasos y costos adicionales en la producción de videojuegos.
Futuro de la Huelga y NegociacionesLa huelga de SAG-AFTRA pone de relieve una preocupación creciente en muchas industrias sobre el uso y la regulación de la inteligencia artificial. La resolución de este conflicto podría sentar un precedente importante para futuras negociaciones en otros sectores del entretenimiento y más allá.
Si las negociaciones no se reanudan pronto, la huelga podría extenderse, afectando lanzamientos esperados y proyectos en desarrollo. Tanto los estudios de videojuegos como el sindicato enfrentan presiones para llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes sin comprometer la viabilidad de la industria.
En fin la huelga de SAG-AFTRA es un recordatorio de las complejidades y desafíos que enfrenta la industria del videojuego en la era de la inteligencia artificial. Mientras los actores y dobladores buscan proteger sus derechos y garantizar un trato justo, los estudios deben equilibrar estas demandas con la necesidad de innovar y avanzar en un mercado altamente competitivo. La resolución de este conflicto será observada de cerca por muchas industrias, ya que establece un punto de referencia crucial para el uso ético y justo de la tecnología en el trabajo creativo.
Fuente: https://www.xataka.com